miércoles, 19 de junio de 2013

Cambios, novedades, muchas cosas que contar y poco tiempo

Por fin tengo el permiso de trabajo. Tal y como había leído en la web de Inmigración me tardó solo un mes (ver 'Solicitar el visado canadiense on line'). Me enviaron primero un correo electrónico para informarme de que había sido aprobado y unos días después lo recibí por correo postal.

No tengo que ir a la frontera a activarlo como sucede con la working holiday visa o el permiso de estudios. No es ninguna carta de aceptación. Es el permiso tal cual. Es lo más lógico, ya que estoy dentro del país con visado de estudios. La buena noticia es que me permite trabajar hasta julio del año que viene. Tres meses más de lo que esperaba. Es lo que tiene salir bien las fotos. :P

Viviendo en West End ya no tendré escusa para no ir a correr
En cualquier caso, por el momento voy a seguir centrándome en lo que ya ando: clases de inglés de 9.00 a 15.40 horas, clases privadas de español ya casi todas las tardes, terminar un curso de marketing on line que estoy haciendo por internet y seguir con el blog.

Ya tengo habitación para vivir en downtown. En julio me mudaré de forma provisional a West End, a 50 metros del lago de Stanley Park, un parque inmenso en el centro de la ciudad al estilo del Central Park de Nueva York pero rodeado de mar. 

Mis futuros vecinos ya se acercan a presentarse
Compartiré un apartamento de una habitación con un chico filipino. Yo tendré la habitación y él la sala, que comunica con una cocina minúscula, ya que aquí son americanas, lógicamente, claro. :P Así que un biombo le dará un poco de intimidad al chaval. Parece buen tipo. Es  muy joven y se pasa todo el día currando como cocinero en un restaurante. En un principio me pedía 700 dólares pero le debí gustar porque cuando me enseñó el piso me lo rebajó a 650 (unos 500 euros). Es el precio habitual que piden por habitación en esta zona, que es la más económica de downtown, ya que está más apartada y los edificios son más viejos. Incluye todos los gastos, incluido internet, claro. Prometo hablar más adelante en otro post sobre mi experiencia buscando habitación.

Este alojamiento es provisional. En agosto me iré a vivir con una pareja a un apartamento de dos dormitorios. Aquí sí que ya podré disfrutar de sala y comedor. Me cuesta solo 525 dólares (unos 400 euros) en pleno West End, también cerca del parque y de la playa, por lo que me merece la pena esperar por él. La pareja es amiga de la familia con la que estoy ahora. Los conocí en una cena, así que me ofrecen confianza.

English Bay, la playa del West End,
Además, uno de ellos es fisioterapeuta, lo que viene bien tener a mano. Ya le pondré cara de pena cuando me duela la espalda, porque aquí una sesión ronda los 70-90 dólares. El apartamento está muy limpio, ordenado y bien decorado. Vamos, como podría ser un piso en España. Aunque la habitación no es muy grande.

Con mi aterrizaje en West End ya no tendré disculpa para no ir a correr y  tendré que hacerme con una bicicleta y dejar de pagar el bono mensual de transporte.

Un puesto en la celebración del 'Día sin coches', en West End
Precisamente, el domingo pasado celebraron en varias zonas el día sin coches. También en West End. Una calle se cerró al tráfico y se llenó de stands, aunque nada que ver con lo que podría ser en Galicia una celebración en la calle, y me imagino en el resto de España. No food. No drinks. Tan solo algún restaurante sacó mesas a la calle de los muchos que hay en la zona.

Cartel de la Pet Parade
Los puestos eran fundamentalmente de asociaciones y se centraban en informar y concienciar a la gente sobre diferentes temas sociales  y medioambientales, desde asociaciones que buscan despenalizar el consumo de cánnabis, hasta otra que promueve una carrera en ropa interior para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer (informando en paños menores, claro), pasando por información sobre un desfile de mascotas, temas de concienciación medioambiental,  información sobre enfermedades de transmisión sexual o sobre la discriminación en el mundo por razones de sexo o de orientación sexual. 

Cartel de los pro cannabis
También los partidos políticos tuvieron cabida, con stands en los que los representantes del barrio en el municipio hacían campaña y respondían a las preguntas de los ciudadanos. Le idea de asociaciones y partidos es salir a la calle para estar en contacto con los vecinos y explicar sus propuestas.

Un representante político del barrio habla con los vecinos
También hubo algunas actividades más lúdicas como un ajedrez gigante, algunas actividades para niños y un grupo de música tocando en plena carretera. Tampoco nada que ver con nuestras orquestas, siempre enfundadas en sus trajes de gala y encima de un escenario…  Todo mucho más simple. Eso sí, la música sonaba bastante bien.

Orquesta al estilo canadiense, que casi parece improvisada
Y más novedades. A finales de mes cruzo la frontera y me voy tres días a Seattle. Me escapo con un amigo en bus (www.boltbus.com). Son unas tres horas de trayecto y el billete de ida y vuelta nos ha costado 30 dólares, tan solo unos 23 euros a cada uno. Como mi amigo es un fan del couchsourfing intentaremos que algún americano nos acoja en su casa, así por la cara bonita... A ver qué pasa...

Por 23€ tienes un viaje de ida y vuelta a Seattle en autobús

No hay comentarios:

Publicar un comentario